¡EXCLUSIVO! ÚTEROS DE LA BIOINGENIERÍA EN MUJERES MRKH ¿El futuro de la reproducción humana?




“El aspecto más triste de la vida en este preciso momento es que la ciencia reúne el conocimiento más rápido de lo que la sociedad reúne la sabiduría.” Isaac Asimov

Por Andrea González-Villablanca


Para muchos los avances de la ciencia son considerados un anhelo de bondad y más aún, cuando prometen resolver la vida de mujeres diagnosticadas erróneamente con prohibición sexual y reproductiva. 

Pero, hay cuestiones éticas, humanas y cánones culturales que auto limitan con efectos catastróficos la libertad de decisión en una mujer y las necesidades sobre su espíritu, progreso y felicidad. 

Desde pequeña, oí conversaciones entre mi padre y madre respecto al poder de la cultura tradicional, cuando se trata de reproducción femenina y el coraje inexplicable de la mujer para  hacer lo que sea, incluso en contra de sí misma, pero con la satisfacción de cumplir el mandato romántico de concebir una vida.

Y tal vez, por esos dogmas existe reproche hacia quienes en un acto de egoísmo mal visto por el entorno brutal y sumiso a la rutina buscan otros destinos y no se auxilian en todos y todas que hacen y quieren lo mismo en reclamo para sentirse a gusto en sociedad. Es aquí, donde la ciencia no opera, como un salvavidas psicológico, sino como una opción para mujeres que han trazado líneas de batalla en esa dualidad interna que surge entre la confusión magna que involucra una verdad reservada por temor al "qué dirán".

La tentación es frecuente, cuando no se quieren enfrentar los miedos y la complejidad que caracteriza la naturaleza de una mujer. Cada palabra por muy mesurada que sea referente al Síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser (MRKH) y la infertilidad, se interpreta como un ofensivo tabú y hay que actuar con extremo cuidado.

Detenerme en Mujeres nacidas con MRKH y lo que involucra el Trasplante de Útero, implica tomar el control de una verdad en marcha, donde muchos demandarían empatía.








Son cerca de las 3:00 am y la luna de sangre espía mi escritorio ...
Es una gélida noche moscovita aclamando calor en pétalos de rosas blancas sobre el piano. Observo la majestuosa arquitectura zarista y me enfrento a una de mis pocas tareas interrumpidas. Llegó el momento de unir investigaciones, conversaciones con los mejores especialistas del mundo y cuestionamientos que surgen tras la construcción de cuidadosos argumentos racionales, que surgen cuando una mujer se empeña en ser madre genética rechazando alternativas, como la adopción o  la subrogación uterina. 

Para unos, la técnica asume credos a prueba de ultranza, pero en mi opinión y después de un arduo estudio, no sintetiza cuán desesperadamente se busca la maternidad, sino que identifica a una mujer que se pone a prueba a sí misma, debatiéndose entre el riesgo y la esperanza.

Decidí escribir del tema, luego de dedicarme a seguir la evolución de la fecundación in vitro. He conocido el origen en esa capacidad "automática" de entender la vida. La utilidad de una mujer en nuestro siglo me ha obligado a insistir en que se requiere esfuerzo y un profundo conocimiento de sí misma, para elegir saber lo que podría ser desagradable cuando no se ha madurado por completo.

La misma vida, se ha encargado de invitarme a caminar junto a información que sería de gran utilidad para mis futuras investigaciones. En 1999, mientras asistía a clases de biología en mi primer año de secundaria, me enteré que en una universidad europea se estudiaba el trasplante de útero en roedores y primates. En esos años, sabía que me dedicaría al periodismo y que desarrollaría proyectos dedicados a la salud femenina. 

Transcurrió el tiempo y mis deseos se acentuaron, cuando fundé Ninfas de Rokitansky. Poco a poco y derribando importantes obstáculos, mis objetivos principales se fueron materializando. Ideé un plan de estudio del Síndrome, recopilé información, especialistas y entrevistas a pacientes presentes en distintos puntos geográficos, con la intención de conocer, cómo se asume el síndrome dependiendo de la cultura de género en cada país. Desarrollé, intensamente cada texto publicado en esta pagina y otros medios, pero en 2012, tras conocer la hazaña liderada por el equipo de Mats Brännström, decidí apoderarme del tema.

Brännström, es un médico sueco catalogado por los medios de comunicación, como líder de reproducción asistida a nivel mundial. Acaparó las primeras páginas de los periódicos por realizar el primer trasplante de útero a partir de una donante viva. 

Brännström, realizó una investigación durante 10 años y sólo en 2012 logró practicar los primeros procedimientos a dos mujeres con la matriz de sus madres. Consiguió emocionar al mundo entero en septiembre de 2014, cuando en Suecia nació el primer bebé de un útero trasplantado, luego de una cirugía complicada, costosa y de alto riesgo.

No leí sola la noticia, la compartí con mi familia y cercanas diagnosticadas con MRKH. Todas, entendimos lo que una madre está dispuesta a hacer por la felicidad de su hija, pero no fuimos capaces de concebir las razones de por qué una hija expone la salud de su progenitora a riesgos significativos.

Cuestioné y critiqué sin tapujos a la receptora del útero y la tentación de desear lo "complicado" sin medir las consecuencias. Me parecía una monstruosidad reclamar atención y ese ideal aberrante de sacrificar la salud de  la donante - su madre - para convertir el hecho en un privilegio propio.

¡Es cierto! Esta tarea no sólo se ha interrumpido por mis compromisos laborales, sino por la necesidad de madurar mis pensamientos respecto a un procedimiento en el que he sentido la urgencia de involucrarme. Durante esos años, no veía nada ético en la ausencia cruel de un importante acto de voluntad, me refiero a la aceptación. Me aislé en mi secreta búsqueda de personas que coincidieran con mi opinión. Tomé testimonios y no me privé a la capacidad de contrastar.

Escribí informes sobre el trasplante de útero y el Síndrome de MRKH con variadas detonantes negativas. Durante años experimenté decepciones injustificadas, pero fui oportuna en mi capacidad de compaginar y reconsiderar lo aprendido en un contexto lógico, para hoy ser transmitido. Nunca es fácil, alejarme de las dudas...

"El 8 de agosto de 2011, un equipo de ocho médicos turcos, de la Universidad de Akdeniz, en Antalya, Turquía, lograron trasplantar el útero de una mujer fallecida en un accidente de tráfico, a una joven receptora, Derya Sert, quien 20 días después de la operación tuvo menstruaciones normales y demostró que el útero era funcional.
Derya Sert, de 22 años, nació sin útero por culpa del Síndrome de Rokitansky –que afecta a 1 de cada 5.000 nacidas–.
Aunque los médicos turcos anunciaron el trasplante en agosto de 2011, la comunidad científica desconfió hasta la publicación de los resultados en Fertility and Sterility –revista de referencia en este campo– en febrero de 2013, un año y medio después del trasplante.
El 12 de abril del 2013 se anunció que Derya Sert estaba embarazada, después de dos semanas de que se había hecho el implante de uno de sus óvulos, extraído y congelado antes del trasplante, por fertilización in vitro, con lo que se convirtió también en la primera mujer en conseguir un embarazo con un útero trasplantado.
La intención era que el niño naciera por cesárea, y tras su nacimiento se le quitará el útero a Derya para evitar futuras complicaciones o rechazos; Sin embargo, el embarazo fue suspendido el 13 de mayo, a las 8 semanas de gestación, cuando se comprobó que el corazón del embrión ya no latía, según informó el equipo del Hospital Universitario Akdeniz.
La mayor dificultad de este embarazo residió en la medicación que debía tomar para evitar el rechazo del órgano –como en cualquier trasplante– y que podría afectar al feto"

Y yo... ¿Cómo podía ser obligada a estar de acuerdo con el trasplante en mujeres nacidas con MRKH?



En 2012...
Tuve una interesante charla con mi hermana y el Dr. Hugo Sovino en Chile. Tras una entrevista y la coordinación para realizar la Primera Conferencia Médica en el país y en el mundo dedicada a mujeres nacidas con MRKH, sus familias y parejas, tuvimos una discusión muy constructiva sobre la experiencia de la Universidad de Akdeniz y lo que se estaba conociendo tímidamente, respecto al equipo médico de la Universidad de Gotemburgo en Suecia, quienes el mismo año, realizaron su primer trasplante de útero.

Aunque debatimos la propuesta de ambos equipos médicos, el Dr. Sovino me explicó:

““Si a una paciente que requiere trasplante de corazón, entendiendo que es una paciente con defecto cardíaco, que está enferma y que diariamente lo pasa mal. Le haces el trasplante… ¡mejora! … Pero, dependerá  de medicamentos tóxicos por el resto de su vida, lo que claramente puede afectar otros órganos sistemáticos. No tiene ningún sentido que a una paciente con MRKH que generalmente es una paciente sana, la sometas a medicamentos tóxicos con un trasplante de útero, pues puedes comprometer sus otros órganos. El no tener útero no la hace diferente, sólo la ausencia de vagina la hace diferente, pero si accede a los distintos tratamientos que hoy existen tanto quirúrgicos, como no quirúrgicos, ese tema se soluciona y ya paso todo… es una mujer como todas. El útero es para la menstruación y el embarazo, las pacientes con MRKH pueden ser madres con útero subrogado y el tema está solucionado. El MRKH no limita a una mujer en nada, puede llevar una vida normal, como todas. El síndrome no es un problema mayor para una mujer inteligente, es por eso que recomiendo que la paciente se haga una resonancia magnética para descartar cualquier otra anomalía externa al síndrome que la pueda afectar. ””

Tras los argumentos del Dr. Sovino, comencé a investigar de qué manera podía ser defendida esta práctica.

En la fecha, se hablaba de la transferencia de embriones, como el penúltimo paso para demostrar la efectividad del trasplante de útero en humanos y que éste no podía ser considerado exitoso si no se conocía en detalle las condiciones de salud del recién nacido y la mujer trasplantada.

Los debates eran frecuentes y las explicaciones de que no todo especialista tiene la capacidad de enfrentar los desafíos que implica el procedimiento, me arrastraban a conocer opiniones de todo tipo que surgían en países, donde un trasplante se realiza para salvar vida o mejorar las condiciones de quien padece una enfermedad. 

Exigí opiniones y muchos me explicaban que el Síndrome de MRKH, no se considera una dolencia que invalide a una mujer. La infinidad de personas que sufren a diario el deterioro de su calidad de vida, requieren medicación que en ocasiones es imposible de cubrir por falta de dinero. Contrariamente, si analizamos la ausencia de útero en mujeres MRKH,  hoy se cuenta con soluciones, como fecundación in vitro en gestación subrogada o escandalosos trámites de adopción que siempre serán un tema de debate, mientras no se mejoren las leyes que faciliten el proceso.

Nunca tuve miedo de expresar mi juicio. Recibí innumerables críticas luego de declarar: "No existe mujer en el mundo que no pueda ser madre." Para mí, la maternidad se asume con extremo compromiso, primero como mujer y luego con el contexto en que vivimos. Si no se nos permite el acceso a ser madre biológica o se complica la adopción, hay trabajos humanitarios que nos permiten proteger los derechos de niños abandonados por madres que sí se pudieron embarazar. ¡Hoy, la mujer que no es madre, no quiere serlo! porque tiene consciencia sobre la responsabilidad que significa y es honesta frente a su verdad. Es una decisión que debe ser respetada.

Sólo con el tiempo, pude entender la repercusión de mis palabras y la mente de quienes las malinterpretaron. Existía escasez de información y nula voluntad de comprensión. Pero,  poco a poco  los médicos e investigadores, se empeñaron en dar declaraciones sobre una oportunidad para mujeres nacidas con MRKH, que les prometía crear vida. 

El trasplante de útero, se estaba transformando en un tema soberbio y con extrema cautela se nos comunicaba mínimos detalles del estudio acabado, sobre el procedimiento, la formación para el procuramiento del órgano, la información rigurosa a las potenciales pacientes, la inmunosupresión por trasplante, la transferencia del embrión y el seguimiento exhaustivo del embarazo, desde la fertilización e implantación, al parto.

Respecto a las candidatas, sólo se decía que debían ser muy bien evaluadas para posteriormente aprobar la intervención y recurrir a un proceso de fertilización asistida.

Acerca de la búsqueda de donantes, se explicó que si era cadavérico, debía tener entre 18 y 50 años con útero sano y con consentimiento familiar. Si se trata de una donante viva, se exige que tenga entre 30 y 60 años y haya dado a luz a sus hijos para tener seguridad de que el útero trabajará bien. Además, no deben ser fumadoras y los especialistas recomiendan que se prioriza a mujeres deportistas que posean un adecuado aspecto físico y psicológico.

En sus inicios el procedimiento contemplaba 12 horas, luego se realizaron ensayos de cirugía laparoscópica de trasplante y se estimó una duración de entre 6 y 8 horas, aproximadamente. Una vez que el útero esté funcionalmente activo, se espera un año para transferir el embrión. Durante el tiempo de gestación, el embarazo es monitoreado por un equipo de Medicina Materno Fetal. El parto se debe realizar vía cesárea y tras uno o dos embarazos, el útero es removido del cuerpo de la mujer, quien debe estar recibiendo tratamiento inmunosupresor.


Trascurrieron los años y ...
Tuve varias conversaciones con especialistas interesados en la realización del trasplante de útero. Sabía que los avances de la ciencia deben tener en general un motivo sensato, pero llegar a los responsables significaba un costo superior. 

En 2014, una mujer sueca de 36 años de edad se convirtió en la primera del mundo en dar a luz tras un trasplante de útero, según publicó la revista médica The Lancet.

La mujer, nacida sin útero. Fue una de las nueve mujeres suecas que recibieron un trasplante de este órgano tras una donación en 2013. El útero trasplantado, en el caso de esta nueva madre, fue el de una amiga de la familia de 61 años de edad, que había llegado a la menopausia siete años antes.

Se informó que la paciente, tenía intactos sus ovarios, por lo que había producido ovocitos que fueron fertilizados, a través de una fecundación in vitro (FIV), antes de la cirugía. Once de los embriones fueron criopreservados en nitrógeno líquido, a 196 grados bajo cero. Un año después del trasplante de útero, los investigadores de la Universidad de Gotemburgo (Suecia) trasfirieron un único embrión al nuevo útero. Tres meses después, la mujer estaba embarazada y tuvo tres episodios de rechazo muy leves durante la gestación, algo habitual en los trasplantes, que fueron paliados con tratamiento inmunosupresor. El bebé nació prematuro pero aparentemente sano, en la semana 31, con un peso de 1.775 gramos y mediante cesárea. La madre padecía preeclampsia y la frecuencia cardíaca del bebe se encontraba alterada.

En 2015, Reino Unido aprobó los trasplantes de útero para mujeres menores de 38 años. La información entregada por el Imperial College de Londres, aseguró -un vez más- que el ensayo clínico es un procedimiento costoso y que sólo podría realizarse en mujeres  con una pareja estable y un peso normal. 

El útero podría proceder bien de una donante clínicamente muerta o de un familiar, como ocurrió en el caso sueco. Luego de un año de la operación, se implantó el óvulo de la mujer ya fecundado por el esperma de su pareja. No obstante, los expertos apuntaron que muchas de las intervenciones realizadas no tuvieron el resultado esperado debido a que las pacientes rechazaban el órgano o sufrían abortos.

El Dr. Richard Smith, es ginecólogo consultor en el Hospital de la Reina Carlota y Chelsea en Reino Unido. Para él, las mujeres entre 24 y 38 años, pueden participar en el ensayo clínico, y/o tener sus óvulos congelados hasta los  38. En su momento, el especialista abordó la necesidad de ser capaces de producir un número satisfactorio de óvulos y advirtió que mujeres que han recibido la donación de óvulos no son elegibles.

También, destacó que se requiere de mujeres con un peso saludable – un índice de masa corporal (IMC) de 30 o menos, sin mayores problemas médicos, ser elegible para recibir atención en el marco del Servicio Nacional de Salud británico (NHS) y tener una relación de pareja estable o marido.

Los procedimientos ingleses contemplaron 6 horas y 12 cirujanos. De las 304 mujeres que solicitaron el ensayo, 104 cumplieron con los criterios estrictos, de los que sólo 10 fueron seleccionadas para el trasplante de útero de una donante clínicamente sin vida, pero cuyo corazón seguía latiendo. Se estimó que la recuperación del útero de donantes es en 3 horas, mientras que el trasplante de 6 horas.  Antes de la cirugía, se crearon los embriones para cada mujer.

Lo que atrajo atención, fueron los códigos éticos del Dr. Smith, quien señaló "La recuperación del útero de los donantes es una operación más compleja que el trasplante de útero en el receptor. No queremos someter a una donante viva para esta operación.”

Consecutivamente, se explicó que las mujeres deben tomar fármacos inmunosupresores durante 12 meses y en el embarazo para reducir riesgos y rechazo del útero donado.

Se advirtió que si se consiguen los resultados planteados, a cada mujer se le implantaría uno de sus embriones. Si se logra el embarazo exitoso, se practicará cesárea a la paciente en las semanas 35 a 37, para limitar el daño al útero trasplantado durante el parto. Con el fin de reducir la necesidad de uso de por vida de los fármacos inmunosupresores, las mujeres tendrán el útero trasplantado sólo por 6 meses después del parto y se explicó que en ese período pueden intentar tener otro bebé.

“Como hemos visto en el programa de trasplante de útero tremendamente exitoso que se está llevando a cabo por nuestros colegas en Suecia, esta operación es claramente una opción viable para las mujeres que de otra manera no tendrían absolutamente ninguna posibilidad de llevar su propio bebé.”, explicó el Dr. Smith.

Otro de los temas que se presta para debate, es el costo monetario del procedimiento. En Reino Unido, se debió recaudar antes de que el proyecto pueda entrar en marcha £ 500,000 (U$$ 760,000) y alrededor de £ 40,000 (U$$ 60,700) fue donado por privados. Según lo informado, el proyecto se  quedó sin dinero desde el principio. Pero, hubo quienes dieron suficientes recursos para mantenerlo en marcha. Si el proyecto lograba éxito, se aseguró que el primer bebé nacido en Reino Unido a partir de un trasplante de útero, estaba programado para finales del año pasado.


Entre 2015, 2016, 2017, 2018...

En 2015 el Dr. Mats Brännström comenzó a seguir el twitter de Ninfas de Rokitansky y se iniciaron nuestras conversaciones sobre el Trasplante de Útero a partir de una donante.

El 18 de diciembre de 2016, conocí a la Dra. Jyoti Taneja, consultora en ginecología y salud reproductiva en Londres, quien ha colaborado junto al Dr. Brännström en MRKH, como trabajo primario y el trasplante de útero, como especialidad primaria.

La Dra. Taneja, proporciona tratamientos de fertilidad de clase mundial a sus pacientes y en esa ocasión, me contactó para enviarme información cada vez que surgieran detalles de cómo avanzaba el procedimiento. Le interesaba pedirme que reporte sobre los 5 bebés que hasta el 19 de diciembre de ese año, habían nacido a través del trasplante de útero:" ¡el sexto estaba en camino!"

Luego de conocer información minuciosa, le propuse realizar una entrevista dedicada únicamente a mujeres con MRKH.

En enero de este año, todo se materializó. Comenzamos con largas conversaciones y entrevistas necesarias para realizar este informe. Acordamos una fecha y la posibilidad de documentarme con su experiencia.

  • Dra. Jyoti, según los conocimientos adquiridos durante los últimos años, se sabe que días posteriores al trasplante de útero las mujeres manifiestan su periodo menstrual de 6 semanas, lo que significaría un signo de que la matriz está sana y en funcionamiento. ¿Qué ocurre con las pacientes nacidas con MRKH, mujeres con amenorrea primaria que al nacer sin útero nunca han menstruado? ¿Ellas también logran presentar menstruación luego del trasplante? Existen procedimientos especiales cuando se trata de una paciente nacida con Síndrome de MRKH?
Después del trasplante de útero, la mayoría de las mujeres tendrá menstruación, pues todavía tienen y presentan cambios hormonales cíclicos a través de sus ovarios. ¡Las mujeres con MRKH también tendrán su período, porque tienen ovarios en funcionamiento!; Sin embargo,  mi observación en mujeres MRKH que necesitan  Fecundación in vitro (FIV) a través de la Subrogación, ha demostrado que algunas mujeres con MRKH tienen reservas ováricas inferiores a lo normal en comparación con otras mujeres de su grupo de edad. 
Esto, ocurre más en mujeres con otras anomalías congénitas adicionales (por ejemplo, afectación de riñones o riñón único). Por esta razón, mi recomendación es que todas las mujeres con MRKH mayores de 20 años, revisen su "Hormona Anti Mullerian (prueba del ensayo AMH) para evaluar su reserva ovárica, para que luego puedan tomar decisiones informadas sobre sus opciones de fertilidad en el futuro.

  • Y qué pasa con los medicamentos supresores del sistema inmunitario que se necesitan para prevenir el rechazo del órgano, según otros especialistas, se trataría de medicamentos tóxicos. ¿Podrían comprometer otros órganos sistemáticos de la paciente receptora y la salud del feto?
Sí, la medicación para prevenir el rechazo puede tener efectos secundarios y puede no ser bien tolerada por otros órganos del cuerpo; y por lo tanto estas mujeres son observadas por alrededor de un año para ver signos de rechazo. Si toleran bien el trasplante, algunos de los medicamentos más tóxicos que están contraindicados durante el embarazo se reducen para prepararse para el embarazo. 
Estas mujeres continúan con la inmunosupresión con esteroides durante el embarazo, pero con un control muy estrecho y pruebas para prevenir infecciones o complicaciones en relación con el especialista en trasplantes y médicos, incluido el equipo de obstetras.
En la actualidad, hay 8 bebés nacidos vivos después del trasplante de útero y todos están en un registro nacional en el hospital sueco siendo monitoreados por complicaciones de salud a largo plazo. Como estos son pocos números, necesitamos ser cautelosos y cuidadosos en la selección de pacientes y en los procedimientos. Siempre es recomendable estar en manos, sólo por equipos multidisciplinarios competentes para estos casos complejos de atención.

  • Es por eso que en una entrevista el Prof. Mats Brännström, declaró que hay un seguimiento para toda la vida en la paciente trasplantada pues aún no hay conocimiento sobre los riesgos a largo plazo y que habrá que estudiar los resultados tanto de eficiencia como de seguridad. ¿Se ha avanzado en ese tema?
Sí, es un registro continuo en un entorno multidisciplinario para tener una revisión de todas las áreas especializadas involucradas en su atención: especialistas en trasplantes; Equipo médico; Cirujanos de ginecología; Consejeros y psicólogos; Especialistas en FIV; Especialistas en salud reproductiva; Obstetras, Neonatólogo; ¡Pediatras por nombrar algunos!

  • Otra pregunta que provoca curiosidad es si el embarazo tras el trasplante se realiza mediante fecundación in vitro y el parto es a través de cesárea para no estresar el útero trasplantado. ¿Qué pasa con una paciente MRKH? ¿Requiere una reconstrucción vaginal para acceder al trasplante?
No necesitan reconstrucción vaginal únicamente para el trasplante de útero. La reconstrucción vaginal tú lo explicas en tus informes y lo diría cualquier especialista altamente calificado. El procedimiento para reconstruir la vagina es sólo para el bienestar sexual y emocional. Bajo este último concepto en algunos tipos de mujeres MRKH si está indicado medicamente, siempre que la paciente lo desee.

  • Lo que provoca una gran pregunta en este tipo de paciente, es saber si ¿será posible el periodo de lactancia en las madres trasplantadas luego de dar a luz?
Sí es posible, pero como la mayoría de los medicamentos inmunosupresores que estas mujeres toman, es importante decir que también se pueden transmitir en la leche materna, por lo que estos bebés ya nacidos, recibieron biberón para minimizar la exposición a la medicación a través de la leche materna.

  • Provocan controversia los cuestionamientos que surgen cuando analizamos, qué tan preparada psicológicamente está una mujer para acceder a un procedimiento de alto riesgo que muchas veces puede terminar en fracaso, según las pruebas que demuestran casos anteriores. Sé, que hay diversas exigencias físicas y psicológicas para la donante de útero, pero poco se habla de la receptora. Como especialista en el tema, considera indispensable realizar un profundo análisis psicológico en quienes reciben un trasplante de útero? ¿Cuáles son los requerimientos no sólo médicos que se exigen a la mujer receptora de un útero?
Andrea, es absolutamente esencial la selección de la paciente para estos procedimientos complejos que necesitan un tratamiento a largo plazo durante años. Una vez consideradas médicamente aptas, todas ellas son evaluadas. Con esto me refiero a evaluaciones minuciosas por consejeros y psicólogos para comprender sus necesidades de tratamiento y sus requisitos emocionales. Sólo entonces estas mujeres son seleccionadas para programas tan complejos.

  • Y ¿cómo respondería a las críticas hacia el trasplante? Le confieso que desde los inicios del estudio nunca compartí ni estuve a favor del procedimiento, pero tras largos años pude entender que la especialidad de ustedes “no salva vidas”, sino que “crea vidas” aún con embarazos considerados de alto riesgo. Por esta razón entiendo que la decisión no es de ustedes como médicos que sólo ofrecen una solución para quienes se quieren convertir en madres biológicas, sino que el riesgo lo debe asumir quien acepta someterse al procedimiento...
Entiendo, pero las evaluaciones de la crítica y el riesgo para la salud y la seguridad a largo plazo son un aspecto importante en todos los avances en la ciencia. No sólo ahora, sino que lo más importante es que la investigación en curso también suceda en los próximos años. Los debates éticos también son parte de esto, ya que no todos aceptan todas las formas de opciones del  tratamiento. Personalmente, creo que no todos los tratamientos son para todos y si la paciente ha evaluado a fondo sus opciones y elecciones, está dispuesta a asumir los riesgos que involucran las opciones de tratamiento más nuevas y que aún no están en la corriente principal. Entonces la mejor alternativa, siempre es ofrecer el procedimiento en un entorno de investigación bien controlado. Es decir, en grandes centros especializados con aportaciones multidisciplinarias expertas, como la unidad sueca o sólo con equipos que ofrezcan mantener una relación con estos especialistas altamente calificados.

  • Doctora, la primera mujer turca trasplantada tenía 22 años y el embarazo se debió interrumpir por la ausencia de latidos del feto. Luego de ese caso, la gran mayoría de mujeres trasplantadas superan los 30 años de edad. ¿Existe una explicación al respecto?
La mayoría de las mujeres, incluidas las mujeres MRKH, sólo se vuelven más conscientes de sus elecciones y opciones de fertilidad a finales de la adolescencia o principios de los 20 años. Puede llevar años tomar decisiones complejas, especialmente si deciden que el trasplante de útero es la única opción que finalmente desean considerar para su fertilidad. Por supuesto, se necesita estar en pareja y ser evaluada, y puede tomar más de un año para implementar este proceso. El criterio más importante es la selección y competencia de las pacientes, para realizar estas evaluaciones y tomar decisiones complejas en lugar de sólo la edad. Es muy posible que en el futuro se le ofrezca a menores de 30 años, pero sería una determinación sujeta a todas las demás evaluaciones.

  • Siguiendo con el tema de las evaluaciones ¿Cuáles son las principales diferencias en la realización de este procedimiento tanto en América Latina, como en Europa u otros lugares del mundo?
En América Latina y en otras partes del mundo hasta el año pasado, la mayoría de las donantes no eran vivas sino fallecidas. El Prof. Mats Brännström en Suecia realizó una cirugía de trasplante de útero con fines de fertilidad, en donantes Living Live y esto permitió mayor éxito. En la actualidad, hay algunos centros en los Estados Unidos que también han realizado trasplantes de útero de donantes vivos y han logrado cierto éxito. Esto está en curso en algunos otros centros especializados en todo el mundo.

Junto a la Dra. Taneja las charlas se extienden, pero aún así suspendimos temas que debíamos seguir analizando mientras se redactaba este informe. 


Mi mente regresó a octubre de 2011 ...
Fecha en que se realizó el procedimiento en Turquía, pero con el útero de una donante fallecida. En 2011 aún no se informaba sobre los resultados, pero ese mismo año, tuve la oportunidad de conocer centros de Fecundación In Vitro y la experiencia de un reducido número de pacientes dispuestas a compartir el desgastador proceso. También, realicé entrevistas a especialistas en Estados Unidos y presencié parte del proceso médico. Colaboré en Investigaciones sobre Infertilidad y Vientre de Alquiler.

Mi mente se transformó en espiral. Salté a 2015, para recordar la entrevista al Dr. Anthony Atala, científico pionero en medicina regenerativa y creador  del histórico implante de vaginas artificiales en pacientes nacidas con MRKH. En esa oportunidad, conocí la ingeniería de tejidos y los avances de la ciencia con la intención de mejorar la calidad de vida de mujeres nacidas con esta condición. 

Fue ahí, cuando surgió mi interés por conocer la Bioingeniería Tisular para la creación de Útero, una de las ramas más prometedoras de la Medicina Regenerativa. A diferencia de la terapia celular basada únicamente en el uso de células para reparar órganos y tejidos dañados, la bioingeniería se basa en el uso de moldes o soportes para realizar estructuras tridimensional similares a las que encontramos en los seres vivos. La técnica tiene como objetivo principal, lograr aplicar la bioingeniería y la creación de tejidos al área de la Medicina Reproductiva. Para ello, se ha propuesto el desarrollo de úteros (conejo y cerdo) basándose tanto en moldes descelularizados, como diseñados artificialmente con el fin de conocer y mejorar la fisiología de este órgano. Los especialistas, aseguran haber creado el desarrollo de birreactores para establecer las condiciones adecuadas tanto para las técnicas de descelularización-recelularización, como para el mantenimiento. El mantenimiento de estos órganos y tejidos supone también un aspecto clave en el desarrollo de la investigación.

La línea curva de mi mente rebotó al presente y contacté una vez más a la Dra. Taneja. También, le escribí al Dr. Brännström para esclarecer ciertas dudas sobre lo que podría convertirse en el futuro de la reproducción humana y la infertilidad. Pensé seriamente en reconstruir mi apreciación frente al trasplante de útero. Durante años desvaloricé toda opinión que no surgiera de una experiencia directa.Consulté a los especialistas y si el tema lo podíamos desarrollar, significaba que la mujer no arriesgaría a nadie para cumplir sus deseos. La realización, dependería sólo de sí misma y del implacable conocimiento y justificación de su propia existencia.

Para mi próxima cita con los especialistas, partí de la base de que la ciencia es una heroína rupturista con una importante legión de devotos en un escenario en que los trasplantes de órganos reproductores, seguirán siendo cuestionados y ubicados al final de la fila, como producto de los tiempos desiguales que aún seguimos viviendo.

Las mujeres, somos quienes más consciencia tenemos sobre los costos monetarios e inversión que significa el procedimiento en un contexto mundial con una grave escasez económica, limitaciones  agresivas para desarrollarnos profesionalmente y el costo de existir se ha transformado en una guerra con la sobrevivencia diaria.  La vida la he vivido, no me la han contado.

Hablamos del tema con la Dra. Taneja, pero creímos necesario reanudar lo pendiente.





  • Doctora, el Prof. Brännström, comenzó a trabajar en las aplicaciones futuras para el trasplante de útero y los esfuerzos se enfocan en crear un útero a partir de las propias células de la mujer. Si el útero de laboratorio funciona, podría lograr que no fuera necesario poner en riesgo la vida de una tercera (la donante), además, la mujer receptora no necesitaría medicamentos, que hasta ahora son necesarios, pues el cuerpo no rechazaría el órgano; según los informes de prensa este avance es muy viable y esperan que sea completamente posible en diez o quince años. ¿Existe información que me podría adelantar al respecto?
Es cierto Andrea, ya se están realizando muchos avances en el trasplante de útero y también en la investigación con células madre. Definitivamente es un área en rápida evolución sobre todo cuando hablamos de tecnologías reproductivas. La mayoría de los avances y opciones sólo ayudarán a ofrecer una variedad de opciones de tratamiento para las pacientes que lo necesiten, ya que un sólo plan de manejo no se adaptará para todas. Así que sí existen todos estos avances se ayudará a abrir nuevas opciones de tratamiento. Si es factible serán en ¡los próximos años!

  • Y al tratarse de un útero creado por la bioingeniería, ¿También se espera que sea un trasplante temporal o debido a su compatibilidad con la paciente podría ser para toda la vida? 
Actualmente, la mayoría de las cirugías de trasplante del útero se están planeando como procedimientos temporales, pues estas mujeres necesitarán la immunosupresión a largo plazo. Sin embargo, a medida que crecen los números y hay más estudios de estos resultados, esto bien podría ser a largo plazo.

  • ¿También se espera que se realice mediante in vitro o sería factible concebir de forma natural, es decir a través de relaciones sexuales con la pareja? 
Aún no es posible tener una concepción natural ya que las trompas de Falopio no se trasplantan en el momento del trasplante de útero. Por lo tanto, se necesitará la estimulación de los ovarios y fertilización in vitro de los gametos y luego la transferencia de embriones para un embarazo. Estos embriones se congelan y almacenan antes de que se realice el procedimiento de trasplante.

  • Las receptoras podrían exigir el parto normal y evitar la cesárea? 
La mayoría de los nervios pélvicos para el trabajo contráctil no se regeneran y pueden provocar un trabajo disfuncional y dificultades para la salud del bebé. Por lo tanto, hasta ahora no se les ha permitido trabajar, ni se les ha permitido esperar hasta la fecha programada. Todas estas mujeres, necesitaron una cesárea electiva planificada, unas semanas antes de la fecha límite para el parto seguro del bebé y para prevenir complicaciones maternas. Algunas mujeres que no planeaban tener más embarazos, incluso entonces tuvieron que extirpar el útero.

Con la Dra. Taneja, recogí pruebas que respaldaban mi pensamiento hacia el procedimiento y recordé la frase que dijo mi madre, cuando conocimos la noticia del primer implante "Estar dispuesta a dar vida, pero en qué condiciones. ¿Posibilidad v/s consecuencia?"


Son cerca de las 23:00 hrs. La noche sólo puede ofrecer la sensación única de la mayor nevada en 100 años...
Han pasado unos días luego de mi conversación con la doctora. Durante las últimas horas, mi mente ha viajado a cada destino donde he aterrizado con este proyecto. Mi memoria es un espiral, no es posible un orden cronológico, pero revivo las auto exigencias que me obligaron a buscar soluciones y lo indispensable que es mirar más allá.  Pensé en qué tan factible podría ser la Bioingeniería Tisular para la creación de un Útero. ¡Insisto! es un procedimiento conocido como uno de los métodos más prometedores de la Medicina Regenerativa y aunque la Dra, Taneja me explicó el tema, necesitaba saber más. 

Sola y junto al ardor de las llamas bajo la chimenea como testigo, le escribí una vez más al Dr. Brännström, quien reenvió mi correo al responsable de este proyecto. En menos de 24 horas pude agendar la oportunidad de encontrar respuestas provenientes de quien es el único especialista en el mundo que brinda soluciones de ingeniería de tejidos para curar la infertilidad. 


Su nombre es Mats Hellström y se desempeña como profesor asistente en el laboratorio para  trasplante y medicina regenerativa de la Academia Sahlgrenska, Universidad de Gotemburgo, Suecia.

Su trabajo en la bioingeniería y regeneración de órganos, tiene como principal objetivo construir tejidos funcionales y trasplantables a partir de células madre / progenitoras que puedan curar la infertilidad. También, está involucrado en la investigación de varios órganos, incluyendo el sistema nervioso central, los intestinos, los huesos y el corazón.

El investigador, trabaja para el profesor Mats Brännström y administra el laboratorio preclínico, asegurándose de realizar investigaciones preclínicas de manera eficiente. Es el responsable de la contratación de nuevos miembros del equipo, también supervisa candidatos de doctorado y estudiantes de maestría y proporciona apoyo de investigación para el personal clínico.

Hellström, cuenta con un doctorado y un postdoctorado en Neurociencia Regenerativa. Se ha enfocado con éxito en las nuevas aplicaciones de tratamiento de terapia de trasplante, farmacoterapéutico y genético para la reparación del sistema nervioso central. Estas combinaciones demostraron ser muy exitosas para la reparación del nervio óptico. El trabajo se realizó en Perth, Australia Occidental, bajo la dirección del profesor Alan R. Harvey, científico distinguido en este campo.

Para el Dr. Brännström era indispensable contactarme con Hellström, quien aplica el mayor cuidado en la entrega de información sobre un proyecto en marcha pero que sin duda resolverá conflictos internos de la mujer y la obligarán a imponer el futuro de la reproducción en sus manos.

Nuestra conversación, comenzó con agradecer mi interés en su proyecto y luego de conocer un pedazo de mi historia, comprendió de inmediato la relación entre mujeres MRKH y úteros de laboratorio creados por la bioingeniería.

Cada palabra, significaba un acercamiento a respuestas que me persiguieron por años y que aún causan debate, como mujer, periodista y fundadora de Ninfas de Rokitansky.

Inicié la charla comentándole lo que conversé con la Dra. Taneja y la ansiedad que provoca conocer las futuras aplicaciones para el trasplante de útero. Le hice las mismas preguntas y ahondé en sus esfuerzos por crear un útero a partir de las propias células de la mujer. Repetí, si el útero de laboratorio funciona, no podría ser necesario poner en peligro la vida de un tercero (el donante), además, la mujer receptora no necesitaría medicamentos, que hasta ahora son necesarios, porque el cuerpo no rechazaría el órgano; Según los informes de prensa y las palabras de la doctora, este avance es viable, pero el Dr. Hellström, me explica"tanto el proyecto de trasplante de útero, como esta investigación también deberá realizarse paso a paso para que se priorice la seguridad de la paciente"
"Andrea, primero, debemos evaluar cómo puede funcionar un segmento más pequeño de tejido uterino manipulado mediante ingeniería genética. Ahora estamos estableciendo estudios con ovejas en los que planeamos injertar parches más pequeños de tejido de útero de la bioingeniería para dar soporte de fuerza a una pared uterina cicatrizada y debilitada. Si nuestros injertos de bioingeniería funcionan bien, entonces evaluaremos constructos más grandes y luego, evaluaremos un útero de la bioingeniería completo que es lo que finalmente queremos lograr.
Con todo lo que hemos conversado y tu pregunta sobre si el trasplante es temporal o si su compatibilidad con la paciente podría ser de por vida, es importante decir que al principio consideramos que el útero entero sometido a bioingeniería era un injerto temporal, al igual que el tratamiento de los primeros órganos trasplantados con útero. Esto es importante por al menos dos razones,
a) la seguridad del paciente, y 
b) poder analizar el injerto para que podamos aprender y mejorar más nuestros constructos. 
Una vez que este procedimiento se ha establecido completamente en la clínica y se ha demostrado que los efectos a largo plazo son seguros sin inmunosupresión, estos injertos deberían, en teoría, estar bien para conservarlos de por vida"

  • Dr. Hellström y  en pacientes nacidas con MRKH, es decir, mujeres con amenorrea primaria, gracias a este trasplante, ¿Podrían menstruar?
Se esperan menstruaciones regulares siempre que se produzcan las hormonas ováricas, y esto por supuesto, también sería un signo de injerto funcional.

  • Hay mujeres que prefieren el parto normal y evitar la cesárea, aún conociendo el estrés que sufre el útero trasplantado, si el útero de la bioingeniería resulta ser viable ¿Será posible evitar la cesárea?
El nacimiento probablemente sea a través de una cesárea por razones de seguridad, tanto para la madre como para el niño. Todavía sabemos muy poco sobre qué tan bien es la integración del nervio del injerto y si el clima del útero injertado (incluido el útero modificado mediante bioingeniería) es capaz de manejar todos los eventos fisiológicos. También debemos tener presente el estrés durante el parto, como mencionaste en la pregunta.

  • Entiendo que sea cuidadoso en la entrega de información de un estudio en marcha pero si se consiguen los resultados buscados por la bioingeniería, este nuevo procedimiento también se realizaría a través de in vitro o su proyecto buscaría la manera de concebir a través de relaciones sexuales con la pareja?
Concebir naturalmente y no tener que usar FIV es una pregunta interesante Andrea. Esto aún no se ha evaluado, pero puede funcionar si el ovario está relacionado funcionalmente de algún modo con el injerto uterino durante el trasplante; Sin embargo, este procedimiento de cirugía actualmente no se realiza durante un trasplante de útero.

Junto al Dr. Hellström acordamos dar una mejor comprensión de nuestros objetivos finales. "Será necesario que  planeemos abordarlos paso a paso para afirmar la seguridad de todos los involucrados, poder aprender de nuestras experiencias y mejorar nuestra construcción de injertos durante el progreso".


Con toda la información recopilada 
Mis pensamientos se aferraron a quienes ven en la oportunidad una tragedia y quienes en la tragedia ven una oportunidad. Así, entiendo la sabiduría de la ciencia. Esa ambición por crear conocimientos y soluciones a lo que la mente humana no es capaz de resolver y se empeña en auto imponerse mayores complicaciones.

Si bien, la ausencia de útero era considerada el único tipo de infertilidad femenina fuera del alcance de las terapias medicas, el trasplante significa una hazaña y un avance decisivo, que nos invita a pensar en nuestras generaciones anteriores, quienes no pudieron conocer la creación de vaginas artificiales y prontamente los úteros de la bioingeniería. Todo, pensado para facilitar la vida de mujeres MRKH. Es doloroso asimilar que muchas dejaron este mundo sin conocer una sola luz de esperanza, como también es aún más doloroso imaginar, como nuestras generaciones, aún con estas posibilidades y un poco de paciencia, podrían entender lo positivo que oculta la dificultad de ciertos temas. Quizás, se traduzca en una oportunidad para evolucionar como seres humanos y plantear objeción frente a la cultura de las tradiciones asignadas.

Hoy, a las mujeres se nos exige usar la razón y emoción a la altura del escenario mundial que experimentamos. Nacer con MRKH y movernos por la vida como tal, nos brinda la madurez suficiente para asumir que se nos ha dotado con la facultad de recurrir únicamente a nosotras mismas.  La ingeniería de tejidos nos enseña que ya no será necesaria una donante. La mayor preocupación es cumplir con los requisitos necesarios y a través de las propias células, construir lo que falta. 

Durante todo este proceso, he conocido a quienes piensan que si no se logra la felicidad sin hijos difícilmente se consiga con uno en los brazos. ¡Está claro! el trasplante de útero no promete felicidad, pero al menos nos deja planteamientos concretos que nos independizan al momento de construir un deseo. 

Ayer, tuve una cena palaciega en el Turandot...
Y alguien me recordó que en febrero de 2016 la Clínica Cleveland, realizó el primer trasplante de útero en Estados Unidos; Sin embargo, falló después de dos semanas debido a una infección que ocasionó una hemorragia con riesgo de vida en la paciente. Los medios informaron que se requirió cirugía de emergencia para retirar el órgano.

Quienes me acompañaban se sumaron a un extenso silencio para posteriormente, plantear ¿Qué ocurre en el cerebro humano cuando se enfrenta a ciertas prohibiciones? ¿Por qué someterse a procedimientos complejos y no elegir otro camino? ¿Crees que la ciencia pueda evitar que una mujer MRKH trasplantada con un útero de la bioingeniería herede el síndrome a su hija? ¿Crees que esa mujer sea capaz de entregar una formación adecuada a una niña con las mismas dificultades que ella? ¿Si el recién nacido es niño, podría nacer con futuros problemas de infertilidad?

El tema lo requiere y la infinidad de preguntas que surgen cada vez que adquirimos más conocimientos, se altera en una experiencia recogida que anhela más años de investigación. Los argumentos exigen ser racionales y he certificado que como mujer y como ser humano somos un fin en sí mismo. 

Mis palabras se entienden mejor en la filosofía de Ayn Rand, esa creencia en la eclosión del espíritu libre que contempla las recompensas del haber obrado rectamente. " ... no somos el medio para los fines de otros. Debemos existir por nuestro propio esfuerzo, sin sacrificarnos a otros y no sacrificar a otros para sí mismo. La búsqueda del propio interés racional y de la propia felicidad es el más alto propósito moral de la vida"


Son altas horas de la noche, 
Leo las llamas de las velas y su arte para dejarse caer sobre el candelabro. Pienso en que estoy envuelta en  un periodo inquietante.

No lo asumo como ciencia ficción, sino como ciencia poética. Porque sé que cuando creas un proyecto en busca de soluciones, el universo conspira a favor. Me siento como una niña que descubrió un tesoro de la mano de esa fuerza superior que lo controla todo. Mantengo mi fe en la ciencia y en mi elección de cómo elegí vivir mi existencia. Así he luchado por la libertad que provoca la independencia y la ciencia no me ha abandonado en ese pensamiento. Las mujeres existirán por su propio esfuerzo. La bioingeniería sigue minuciosa y he sido testigo del terror que causa a la mujer de hoy la búsqueda hostil de su propósito moral. Pero, quiero ofrecer mi testimonio fundado en los primeros pasos de estos avances, no en la crítica que se funda en la desinformación, sino en un relato vivido en primera persona.

Estos temas son decisiones que no surgen de qué tan rápido caminamos en la actualidad, sino de qué tan intensas son las huellas, que dejamos para el próximo siglo. Una época, donde estos procedimientos serán vistos con normalidad frente a la reproducción humana y los primeros pasos del trasplante de úteros de la bioingeniería, quedarán archivados como parte de la historia de la ciencia. 

Si mi rol como periodista es ser una testigo perspicaz de este acontecimiento, hoy dejo escrito lo que a las 21:11 hrs. está protagonizando mi mente. Quiero que se entienda que para mí en 2018, el significado de "Parir" no es el motor del mundo. "Parir" requiere formar un ser humano capacitado para echar a andar el mundo. 

En mi presente, no tengo pruebas que demuestren si quienes nacieron o nacerán intervenidos por la ciencia, serán mejores personas de las que ya hay, gozarán de mejor salud o estarán libres de la infertilidad. Lo que si sé es que mientras sea humano, nada nos puede sorprender y este pensamiento tuvo que replantearse tras el nacimiento de los 8 niños por trasplante de útero de una donante, pero sigo canalizando las palabras de la doctora y el seguimiento obligatorio hacia la salud del niño y la madre trasplantada. Aún, los argumentos racionales y los emocionales, me siguen estremeciendo. Finalmente, hay quienes nacieron para ser objeto de estudio durante toda su vida.

La bioingenieria - por su parte - promete ayudar a reconstruirnos por si solas, pero debe existir una reducción drástica de auto imponerse dificultades. Intenté responder las preguntas que me hicieron en el Turandot, porque se que todo gran progreso comienza en una mente con voluntad de entendimiento, no en una vagina artificial o en un útero de la bioingeniería.

Sé que la ambición de la ciencia se obsesiona con moldear el futuro, pero ¿Cuáles son los costos psicológicos en quién acepta las condiciones? 

Los especialistas se negaron a responder, pero he arrastrado información que jamás traicionaría la pureza de mi visión frente al tema. 

Estoy atada a la mayor nevada del siglo que acompaña los teclados de mi tarea y así veo el futuro de la reproducción humana, como el fruto de un sueño automático, frío y distante, donde se peleará a favor de ese extraño extraído de la donante y del propio creado por la bioingeniería. Aún, nadie nos asegura si no se necesitará  medicación.

La mujer nacida con MRKH, 
Carga un reino de complejidades, que rugen en cada decisión que debe tomar. No hay tempestad si así lo quiere, su obligación es ser sensata, cuando se enfrenta al mayor desafío de ponerse a prueba a sí misma. Es ahí, cuando se pregunta, cómo responde su instrumento de dominio: el cerebro,  a una prohibición que la acompaña desde su nacimiento. ¿Será capaz de empeñarse en reconstruir su destino  sin actuar en su propia contra? ¿Tendrá la fortaleza de eligir un camino distinto pero no menos satisfactorio?

Cada quien se conoce y sabe para qué fue hecha y para qué no, independiente de cualquier diagnóstico médico. Ese ha sido mi mantra y he vivido para asumir que las decisiones de una mujer dirigen el destino no sólo de nuestra época, sino de cómo se encaminarán los próximos siglos.

Nuestras decisiones tendrán eco, porque haga lo que haga la ciencia, el futuro de la reproducción humana está en manos de la mujer y si no posee la osadía de crear vida, al menos tendrá el valor de guiar correctamente su propia vida. 

Sé que hay información que se debe proteger, sé también que tiempo que pasa, verdad que huye. Hoy, mis noches  y mis velas siguen tratando de responder lo que nadie está dispuesto a mencionar. Lo que digo nadie me lo ha contado, lo he certificado.

Ya casi termino este informe y mi té verde con menta. Sólo quiero testificar que la salud de una mujer MRKH es frágil aunque la medicina se niegue a aceptarlo. De acuerdo a mis  investigaciones y entrevistas a un gran número de pacientes, después de los 25 años de edad, la salud comienza a debilitarse; Sin embargo, antes de los 25 años, una mujer no tiene la capacidad evolutiva como ser humano para tomar decisiones de esta importancia y que significan un compromiso para toda la vida.

Considero importante plantear un debate sobre si  ¿Es ético trasplantar a una mujer psicológicamente inestable y darle la posibilidad de convertirse en madre biológica? Si nadie ha sido capaz de responder, entonces debemos aceptar que ¿La ambición de la ciencia sigue avanzando más que nuestra propia sabiduría?



Agradecimientos a
Dra. Jyoti Taneja
Dr. Mats Hellström
Dr. Mats Brännström

Este informe se realizó gracias a la colaboración de especialistas en Trasplante de Útero  y Bioingeniería en Suecia y Reino Unido, especialistas en Gineocología, opiniones de mujeres nacidas con MRKH y familias de pacientes. También, gracias a  investigaciones propias y consulta a fuentes confiables de la periodista Andrea González-Villablanca.


Published in sections: Investigation -  Interviews

Publication DIVA Periodistas® & Ninfas de Rokitansky

Date: February 20, 2018

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